10.7.09

Gyula Kosice:'Tendremos que irnos a vivir a la Ciudad Hidroespacial'

Ochenta años atrás emprendió la infinita tarea de afirmarse en el exilio. Fue a bordo del barco como se alejó para siempre de Hungría y desde entonces la tierra fue un punto de fuga para cumplir su mayor utopía: habitar el agua.
Argentino por opción, Gyula Kosice (Hungría, 1924) ignoraba entonces que la migración, que lo arrancó de su tierra y de la patria de su idioma -nunca más regresó, jamás volvió a pronunciar palabra en húngaro-, iba a marcar sus continuos desplazamientos de la realidad, y que éstos iban a desembocar en una incansable búsqueda por conquistar el "espacio multidimensional". Mucho menos, que aquel fuera el germen de La Ciudad Hidroespacial, su proyecto de los años 60 de hacer habitable el agua integrando el arte a la vida cotidiana. Es una urbe suspendida a 1.200 metros de altura sobre el nivel del mar.
A los ochenta y cuatro años, cree encontrar la explicación: "La travesía de mis padres para venir acá, cuando yo tenía cuatro años, fue de treinta y dos días; lo que veía sólo era agua y estrellas". Quizás sea aquello que lo impulsó a crear estructuras lumínicas -fue el primero, en 1946, en usar gas neón, a nivel mundial- y esculturas monumentales que tienen como protagonista al agua.
Y ahora, 60 años después de haber bocetado su utopía de Ciudad Hidroespacial, Kosice es el único argentino que representa por estos días al país en la exposición de arte latinoamericano El Norte Mira al Sur, en el Museum of Fine Arts de Houston, Estados Unidos.....
Más > Revista Ñ

No hay comentarios.: