El arquitecto Ekain Jiménez Valencia nos envia la carta de protesta presentada a El Diario Vasco con motivo de la demolición, inciada esta misma semana, de la Casa Sobrino (San Sebastián, 1971), obra del arquitecto Javier Carvajal Ferrer......
La casa Sobrino, que Javier Carvajal proyectó y construyó en San Sebastián en 1971, está actualmente en proceso de demolición. Esta obra es, seguramente, el único ejercicio de "caserío" contemporáneo, desmaterializado y llevado a la ciudad que teníamos en el País Vasco. Masivo, negro y potente desde la lejanía del Paseo Nuevo; frágil, leve y artesanal en la distancia corta.
Era, junto con el Palacio del Kursaal, el Peine de los Vientos y la Plaza de la Trinidad, la obra de arquitectura más interesante de la ciudad de los últimos 50 años. Las chapuzas que año tras año van emergiendo por el tejido de la ciudad se mantienen indiferentes. Nos hemos quedado prácticamente huérfanos.
Es además (y esto es un comentario personal), el edificio en el que más me fijé (el único) en mis trayectos a la ikastola cuando nos llevaban en autobús (que llegaba hasta el funicular de Igeldo para dar media vuelta), todos los días desde que tenía 6 ó 10 años. Es mi más preciada referencia arquitectónica local que acarreo desde la infancia. Me sorprendían esos balcones sin suelo, en las esquinas.
Es la primera vez que vi una fachada levitar, sin yo darme cuenta.
La Villa salió a subasta hace unos años pero a las administraciones, por lo visto, no les pareció interesante esta obra. A la Delegación de Guipúzcoa del Colegio de Arquitectos Vasconavarro no se le ocurrió, por ejemplo, adquirirla para ubicar allí una sede cultural para el Colegio.
Los actuales propietarios son los mismos del Hotel de la parcela contigua (un hotel de factura seudoafrancesada dieciochesca, con sendas esfinges egipcias a cada lado del acceso). Por lo visto, en un principio pretendían realizar la ampliación del Hotel, manteniendo, por lo menos, el aspecto exterior de la villa. Hubiese sido relativamente fácil y viable mantener la casa en su organización general. Incluso hubiese sido factible (y hermoso) encargar la reforma interior al mismo Javier Carvajal.
Pero las administraciones alegaban que no podía haber dos hoteles a menos de 50 metros de distancia uno del otro, cuando, en realidad, se trataba del mismo Hotel, compuesto por dos edificaciones.
La solución final ha sido, por lo tanto, más contundente y literal: viendo la imposibilidad de realizar la ampliación del Hotel, han demolido la casa Sobrino para construir una vivienda bifamilar, Es decir, prácticamente lo que ya existía antes.
La demolición se ha llevado a cabo dentro de la legalidad, estando la licencia de demolición aprobada en julio de 2007. El edificio no tenía ningún grado de protección aunque iba a ser incluido en la lista que se estaba actualizando. Faltaba llevarlo al Pleno del Ayuntamiento en el cual, con toda garantía, la casa Sobrino hubiese sido incluida en el Catálogo de Protección. Nos hemos quedado a uno o dos plenos de tener esta magnífica obra protegida. No ha habido prisa ni voluntad.
Ekain Jiménez Valencia, arquitecto
José Ángel Medina Murua, Miguel A. Alonso del Val, Conrado Capilla Frías, Pucho Vallejo Lobete, Inmaculada Jiménez Caballero, Rubén Alcolea Rodríguez, Jorge Tárrago Mingo, Carlos Docal Ortega, Javier Antón, Luis Manuel Fernández Salido (Doctores arquitectos y profesores de la ETSAUN), Santiago Sánchez Beitia (Doctor en ciencias físicas y profesor ETSASS), Laura García Ropero, Jaime Mancebo Alonso, Patxi Lapetra Iriarte, Alejandro Adrián Casas, Darío Camisay Bandes , Juan Luis Roquette R. Villamil, Juan Luis Oroz Barbería (Arquitectos), y los miembros de la Asociación en Defensa del Patrimonio de la ciudad de Donostia-San Sebastián.
Era, junto con el Palacio del Kursaal, el Peine de los Vientos y la Plaza de la Trinidad, la obra de arquitectura más interesante de la ciudad de los últimos 50 años. Las chapuzas que año tras año van emergiendo por el tejido de la ciudad se mantienen indiferentes. Nos hemos quedado prácticamente huérfanos.
Es además (y esto es un comentario personal), el edificio en el que más me fijé (el único) en mis trayectos a la ikastola cuando nos llevaban en autobús (que llegaba hasta el funicular de Igeldo para dar media vuelta), todos los días desde que tenía 6 ó 10 años. Es mi más preciada referencia arquitectónica local que acarreo desde la infancia. Me sorprendían esos balcones sin suelo, en las esquinas.
Es la primera vez que vi una fachada levitar, sin yo darme cuenta.
La Villa salió a subasta hace unos años pero a las administraciones, por lo visto, no les pareció interesante esta obra. A la Delegación de Guipúzcoa del Colegio de Arquitectos Vasconavarro no se le ocurrió, por ejemplo, adquirirla para ubicar allí una sede cultural para el Colegio.
Los actuales propietarios son los mismos del Hotel de la parcela contigua (un hotel de factura seudoafrancesada dieciochesca, con sendas esfinges egipcias a cada lado del acceso). Por lo visto, en un principio pretendían realizar la ampliación del Hotel, manteniendo, por lo menos, el aspecto exterior de la villa. Hubiese sido relativamente fácil y viable mantener la casa en su organización general. Incluso hubiese sido factible (y hermoso) encargar la reforma interior al mismo Javier Carvajal.
Pero las administraciones alegaban que no podía haber dos hoteles a menos de 50 metros de distancia uno del otro, cuando, en realidad, se trataba del mismo Hotel, compuesto por dos edificaciones.
La solución final ha sido, por lo tanto, más contundente y literal: viendo la imposibilidad de realizar la ampliación del Hotel, han demolido la casa Sobrino para construir una vivienda bifamilar, Es decir, prácticamente lo que ya existía antes.
La demolición se ha llevado a cabo dentro de la legalidad, estando la licencia de demolición aprobada en julio de 2007. El edificio no tenía ningún grado de protección aunque iba a ser incluido en la lista que se estaba actualizando. Faltaba llevarlo al Pleno del Ayuntamiento en el cual, con toda garantía, la casa Sobrino hubiese sido incluida en el Catálogo de Protección. Nos hemos quedado a uno o dos plenos de tener esta magnífica obra protegida. No ha habido prisa ni voluntad.
Ekain Jiménez Valencia, arquitecto
José Ángel Medina Murua, Miguel A. Alonso del Val, Conrado Capilla Frías, Pucho Vallejo Lobete, Inmaculada Jiménez Caballero, Rubén Alcolea Rodríguez, Jorge Tárrago Mingo, Carlos Docal Ortega, Javier Antón, Luis Manuel Fernández Salido (Doctores arquitectos y profesores de la ETSAUN), Santiago Sánchez Beitia (Doctor en ciencias físicas y profesor ETSASS), Laura García Ropero, Jaime Mancebo Alonso, Patxi Lapetra Iriarte, Alejandro Adrián Casas, Darío Camisay Bandes , Juan Luis Roquette R. Villamil, Juan Luis Oroz Barbería (Arquitectos), y los miembros de la Asociación en Defensa del Patrimonio de la ciudad de Donostia-San Sebastián.
2 comentarios:
Bueno tengo poco tiempo, me gustaria explayarme unas lineas más. Me gusto mucho el articulo y aprobecho tambien para felicitarte o felicitarlos por el blog, completo y de buen gusto, por lo menos para mi.
saludos!
y eso que no soy arquitecto pero logro interezarme!
Parece mentira que puedan ocurrir cosas así. Y siempre nos enteramos a "hechos consumados"
Javier Carvajal fué un Arquitecto titánico, su capacidad de trabajo y compromiso con la arquitectura en el sentido amplio del término fueron épicos. Abanderado de la modernidad y militante comprometído de su tiempo.
Es el signo de los tiempos. parece que estorba todo lo que tenga fondo o contenído; No es una evolución sana...
Se podría comentar mucho sobre los "Mecenas" Sobrino (un empresario y productor de cine establecido en Madrid, que encargó varias obras dométicas espectaculares a Javier...Por cierto la de Madrid sino ha sido demolida, están en ello.
Se podría hablar de Loewe del empresario catalán y de sus tiendas...(también desaparecida la de C/ serrano c.v. C/Jorge Juán)
Pronto habrá que entonar un "Mea culpa" general y algunos se darán impostados "golpes de pecho" cuando éste hombre también nos deje.
A Fisac también se le derribaron obras capitales (que eran nuestras, de todos)Aunque al menos, al final de su vida, parece que se recuperó su figura.
Ahora con 80 años Javier reside en un centro de Mayores en Madrid, junto al Puente de los franceses cerca de la Escuela de Arquitectura de la U.P de Madrid de la que fué catedrático muchos años. NO creo que allí lo sepan...Estarán más centrados en arquitectos estrella tipo OMA (Unos conocidos salones de Boda de Madrid)
Aunque "cuenta en su haber" con once (11) hijos, está sólo. Y no, no es del Opus.
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